Deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer
Algunos estudios observacionales relacionan el deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer en las personas de edad avanzada con estatus inadecuados de folato, vitamina B12 y vitamina B6 (15). A pesar de todo, la relación entre las vitaminas B y la salud cognitiva en el envejecimiento es complicada de identificar claramente (16).
Por un lado, la inflamación debido a la enfermedad puede perjudicar al metabolismo de la vitamina B6 (PLP), pero los niveles bajos de la PLP en el suero pueden bien ser causados por los procesos relacionados a la enfermedad o causados por la malnutrición.
Otro estudio encontró que un régimen diario de vitamina B llevó a una disminución significativa de la homocisteína (marcador de lesión cerebral) en individuos de edad avanzada de alto riesgo pudiendo limitar la atrofia progresiva de la materia gris de regiones del cerebro asociadas con el proceso del Alzheimer (19).
Pero se necesita mucha más evidencia clínica para determinar si las deficiencias de vitamina B, las cuales son relativamente comunes en las personas mayores, podrían contribuir a deterioros de la función cognitiva asociados con la edad, o si resultan de procesos asociados con el envejecimiento y/o enfermedad.
Depresión
La depresión tardía o en personas de edad avanzada es un trastorno común que a veces ocurre después de enfermedades agudas, como fractura de cadera o accidentes cerebrovasculares (20, 21).
La coexistencia de síntomas de depresión y un estatus bajo de la Vitamina B6 (niveles de PLP en el plasma ≤20 nanomoles/litro) ha sido reportada en algunos (22, 23).
Se ha evidenciado que ingestas totales de vitamina B6 (pero ingestas no dietarías únicamente) fueron inversamente correlacionadas con la incidencia de síntomas depresivos durante un periodo medio de seguimiento de 7.2 años (24).
En otro estudio con 563 individuos que sufrieron de un accidente cerebrovascular reciente, una suplementación diaria de 2 mg de ácido fólico, 0.5 mg de vitamina B12, y 25 mg de vitamina B6, redujo a la mitad el riesgo de desarrollar un episodio depresivo mayor durante un periodo de seguimiento medio de 7.1 años (25).
Esta reducción del riesgo fue asociada con un nivel 25% inferior de la homocisteína plasmática en pacientes suplementados en comparación a los controles. Evidencia adicional es requerida para evaluar si las vitaminas B podrían ser incluidas en el tratamiento habitual de personas mayores en alto riesgo de depresión.
Vitamina B6 como antioxidante
La falta de equilibrio en la actividad antioxidante-oxidante está involucrada en muchas patologías. La piridoxina, aunque no se ha clasificado como un compuesto antioxidante, recientemente ha demostrado tener propiedades antioxidantes muy eficientes.
Se ha estudiado y demostrado que bajas concentraciones de PLP en plasma están asociadas con procesos de inflamación y estrés oxidativo (26).
Vitamina B6 en contexto con enfermedad cardiovascular y presión arterial
La vitamina B6 desempeña directamente un papel importante en las enfermedades cardiovasculares y la presión arterial alta.
La cardiopatía coronaria (CC) es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Es causada por ateromas, que son paredes arteriales inflamadas debido a la acumulación de residuos celulares que contienen, por ejemplo, ácidos grasos y colesterol que afectan negativamente al flujo sanguíneo.
Una variedad de los estudios indica efectos positivos de la Vitamina B6. Por ejemplo, un gran estudio en Japón, con 40.803 sujetos, mostró que el vitamina B6 tiene el potencial de reducir el riesgo de cardiopatía coronaria, y especialmente el infarto de miocardio no fatal (IM), entre los usuarios de suplementos no multivitamínicos de mediana edad (40-59 años) (27).
En este caso, un aumento de la ingesta diaria de vitamina B6 suplementada con dosis de 1.3 a 1.6 mg ya redujo significativamente el número de pacientes afectados con IM (27).
Hay evidencia clara que indican una correlación entre el aumento de la ingesta de vitamina B6 y la reducción del riesgo de cardiopatía coronaria (28, 29).
Vitamina B6 y diabetes
Una variedad de artículos sobre la diabetes mellitus se centran en el impacto de vitamina B6 en los niveles de azúcar en la sangre y la arteriosclerosis (30-32).
Por ejemplo, un estudio reciente mostró que la disfunción endotelial se normaliza por el tratamiento con folatos y vitamina B6 en niños con diabetes tipo 1 (31). La disfunción endotelial es un indicador de la progresión de la arteriosclerosis que a menudo se desarrolla temprano en pacientes con diabetes mellitus (31).
Otro trabajo también apoya la idea de un impacto positivo de vitamina B6 en las células endoteliales, lo que indica que la vitamina está afectando positivamente al estado de este tejido [74-76].
Además, la vitamina B6 parece tener un papel positivo contra la enfermedad renal progresiva, que se asocia frecuentemente con la nefropatía diabética (32-34) (35,36).
Reacciones adversas a la Vitamina B6
Diversos estudios pusieron de manifiesto que dosis altas de vitamina B6 provocaban efectos neurotóxicos de diversa severidad. Sin embargo, los datos obtenidos no eran concluyentes.
La mayoría de los efectos neuronales observados como consecuencia de la sobredosis de Vitamina B6, son muy similares a los observados por su deficiencia.
Dosis orales de vitamina B6 < 500 mg/día no provocan signos de neuropatías, mientras que dosis >1000 mg/día provoca una neuropatía sensorial o síndromes neuropáticos, con inestabilidad de la marcha, adormecimiento de pies, manos y región perioral (39).