Relación entre calidad del sueño y aprendizaje en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)
De promedio, los humanos pasan aproximadamente un tercio de sus vidas durmiendo (1). Esto puede parecer un tiempo bastante largo, pero se ha demostrado que el sueño es vital para el funcionamiento “normal” de los humanos. Además de ser vital para poder realizar las actividades del día a día correctamente, se sabe que el sueño juega un papel importante en el proceso de creación de la memoria: el sueño nos ayuda a tomar los “recuerdos frágiles” recién formados y hacerlos “robustos”.
A través del sueño, nuestros cerebros presionan el botón “guardar”, lo que nos permite transferir memorias a un sistema de almacenamiento a largo plazo.
La investigación del laboratorio de Lenguaje y Memoria del Sueño de la Universidad de York se ha centrado en la relación entre el sueño y el aprendizaje de idiomas (2).
Esta investigación ha demostrado que el sueño desempeña un papel importante en el fortalecimiento de nuestros recuerdos para las palabras recién aprendidas, tanto para adultos como para niños.
Los autores descubrieron que las personas que duermen más profundamente muestran mejoras más grandes en su memoria para las nuevas palabras después de dormir.
Y el hecho de quedarse dormido después de aprender nuevas palabras también permite que esas palabras se incluyan en el diccionario mental del cerebro, lo que significa que estas palabras comienzan a comportarse como palabras que ya conocemos, reconocidas (3).
Como parte de esta investigación, los niños aprendieron nuevas palabras antes y después de un período de vigilia o sueño (4). Se observaron mayores mejoras en el aprendizaje de vocabulario después de un período de sueño, en comparación con el tiempo equivalente despierto.
En esencia, los niños que aprendieron nuevas palabras y luego se fueron a dormir pudieron recordar mejor las palabras, en comparación con los niños que aprendieron las nuevas palabras y simplemente se quedaron despiertos.
Pero, aparte de aprender nuevas palabras, esta investigación también podría ayudar a comprender determinados los trastornos del desarrollo. Esto se debe a que los niños con TEA, TDAH y dislexia a menudo tienen problemas de sueño (5).
Se piensa que las dificultades del sueño afectan hasta al 86% de la población con TEA, y dado lo que sabemos sobre el sueño y el aprendizaje de vocabulario, está claro que estas noches sin dormir podrían tener un impacto perjudicial en la vida de estos niños (6).
Los niveles de vocabulario en niños con TEA varían dramáticamente (7): si bien algunos niños tienen vocabulario típico o por encima del promedio, muchos niños con TEA muestran retrasos en la adquisición temprana del lenguaje, y con frecuencia tienen vocabulario más reducido de lo que se espera para su edad.
Actualmente, los investigadores no pueden explicar esta diversidad, pero se sospecha que las dificultades para dormir juegan un papel clave.
La evidencia de varios estudios indican que el aprendizaje de palabras nuevas en niños capaces de expresarse con TEA es diferente al que ocurre en circunstancias normales.
Se ha demostrado que los niños con TEA pueden adquirir conocimiento explícito sobre nuevas formas fonológicas. Sin embargo, los niños sin TEA incorporan de manera correcta las palabras recién aprendidas 24 horas después del entrenamiento, mientras que los niños con TEA muestran una competencia léxica inmediata que desaparece después de 24 horas, mostrando una dificultad específica en el proceso de consolidación de esta integración léxica (8).
Los mecanismos y factores por los que esto ocurre no están del todo claros, aunque el patrón de sueño de estos niños podría proporcionar información relevante al respecto.
Asimismo, en un estudio realizado en México con 156 niños (7-12 años) con TDAH, los autores observaron que los déficits de memoria de trabajo se asocian con una higiene inadecuada del sueño y síndrome de apnea hipoapnea obstructiva del sueño (SAHS) en niños con TDAH (9).
Sawyer y coautores también encontraron en una serie de tareas cognitivas (incluida la memoria de trabajo) que los niños con TDAH que tienen problemas de sueño tienen puntuaciones de pruebas significativamente más bajas que los niños con TDAH que no tienen problemas de sueño (10), poniendo de manifiesto de nuevo la importancia de un sueño de calidad.
Conclusión:
En conclusión, es cada vez más evidente que, al igual que ocurre en la población general, en estos niños con TEA y TDAH, asegurar un sueño óptimo y de calidad es más importante si cabe ya que, durante el sueño tienen lugar procesos clave en la consolidación de la memoria, aprendizaje (no solo verbal, sino también un aprendizaje emocional, motor, perceptual y espacial) y reseteo de la información menos relevante, procesos claves en permitirnos realizar las funciones del día a día correctamente.
Referencias:
https://www.nhlbi.nih.gov/science/sleep-science-and-sleep-disorders.
Davis MH, Gaskell MG. A complementary systems account of word learning: neural and behavioural evidence. Philosophical transactions of the Royal Society of London Series B, Biological sciences. 2009;364(1536):3773-800.
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Henderson LM, Weighall AR, Brown H, Gareth Gaskell M. Consolidation of vocabulary is associated with sleep in children. 2012;15(5):674-87.
Smith FRH, Henderson LM. Sleep problems in children with dyslexia: understanding the role of sleep in neurocognitive development through the lens of developmental disorders. 2016;105(9):999-1000.
Liu X, Hubbard JA, Fabes RA, Adam JBJCP, Development H. Sleep Disturbances and Correlates of Children with Autism Spectrum Disorders. 2006;37(2):179-91.
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Henderson L, Powell A, Gareth Gaskell M, Norbury C. Learning and consolidation of new spoken words in autism spectrum disorder. 2014;17(6):858-71.
Zambrano-Sanchez E, Martinez-Cortes JA, Dehesa-Moreno M, Rio-Carlos Yd, Poblano A. Correlation between sleep disorder screening and executive dysfunction in children with attention deficit-hyperactivity disorder J Arquivos de Neuro-Psiquiatria. 2013;71:896-901.
Sawyer ACP, Clark CR, Keage HAD, Moores KA, Clarke S, Kohn MR, et al. Cognitive and electroencephalographic disturbances in children with attention-deficit/hyperactivity disorder and sleep problems: New insights. Psychiatry Research. 2009;170(2):183-91.