Personas con hábitos saludables pueden padecer depresión o incluso problemas de sueño debido a la falta de Triptófano, fundamentalmente a causa de una alimentación poco equilibrada.
Un estudio de la Fundación Juan José López-Ibor, publicado como suplemento de la revista Actas Españolas de Psiquiatría, indica que se está observando una relación directa entre la aparición de trastornos de ansiedad, alteraciones del sueño y del estado de ánimo, y una alimentación deficiente, o inadecuada (1). Dos factores que podrían estar determinando esta relación son:
Los cambios en los hábitos alimenticios de las sociedades occidentales donde aumenta la ingesta de alimentos de bajo contenido en vitaminas y minerales, elevado nivel calórico, y consumo fácil por su rápida preparación.
Los nuevos estilos de vida que afectan directamente a la organización y planificación familiar impidiendo que cumplamos una dieta adecuada.
Sin embargo, añaden los autores: «Cada vez más, y sobre todo en adultos jóvenes, hay más interés por aspectos relacionados con la nutrición sana y equilibrada, así como por el aprendizaje de técnicas culinarias».
Tras realizar una revisión bibliográfica y descriptiva del concepto ansiedad y su existencia vinculada a las alteraciones en la dieta y alternativas para el tratamiento de dicha sintomatología, los autores, Mónica Fernández-Rodríguez, Isabel Rodríguez-Legorburo, y María I. López-Ibor Alcocer, nos hablan de los beneficios del Triptófano como suplemento nutricional:
El Triptófano es esencial para la síntesis de Serotonina y Melatonina, necesarias para la mejora del estado de ánimo y fundamental en la regulación de los ciclos de sueño-vigilia.
A nivel cognitivo se ha demostrado que la falta de Triptófano influye directamente en procesos de discriminación visual, memoria episódica y flexibilidad cognitiva entre otros.
En personas con alteraciones del sueño se ha recomendado el empleo de Triptófano puesto que tiene efectos terapéuticos a través de mecanismos relacionados con la Melatonina.
A nivel conductual, la impulsividad y la agresividad pueden, en parte, depender de cambios en la síntesis de Serotonina implicada en el control inhibitorio de la agresión.
El estudio concluye que es importante tener en cuenta que el estado nutricional de un paciente es un determinante claro de su salud mental, por lo que sería interesante y beneficioso que a la hora de realizar un tratamiento psicofarmacológico en trastornos mentales, este fuese integral, y se tuviera en cuenta el estado nutricional del individuo, y si fuera preciso indicar suplementos nutricionales de forma primaria, o como coadyuvantes en el tratamiento médico.
El uso de suplementos alimenticios, fitoterapia y fármacos alternativos, así como la implementación de una nutrición adecuada y sana podría ser útil para el tratamiento de muchas de las afecciones psiquiátricas, incluyendo la depresión, las psicosis, y las demencias, pudiendo incluso reducir la prevalencia de las mismas.