El aminoácido que ahora nos ocupa ha ido adquiriendo gran interés a lo largo de los años debido a su implicación en la mejora de numerosas enfermedades, pero al igual que es beneficioso para diversas patologías, alteraciones en su metabolismo pueden generar también algunos trastornos en el organismo, debido sobre todo a un déficit de niacina.La mayoría de las funciones que se atribuyen al triptófano son medidas a través de su conversión en el neurotransmisor serotonina o en el producto final de esta vía metabólica, la hormona melatonina. A continuación, exponemos brevemente su papel en el tratamiento de diversos trastornos del organismo:
Triptófano y estados depresivos
Este es sin duda el mayor y más conocido empleo del triptófano en el tratamiento de esta enfermedad. Son muchas las investigaciones que corroboran su efecto beneficioso frente a esta patología, ya que se ha visto que pacientes con depresión tienen menores niveles de este aminoácido en plasma que personas normales.
La administración intravenosa de triptófano se ha usado durante décadas para analizar la función de la serotonina en pacientes deprimidos, antes y durante el tratamiento antidepresivo (17).
Cuando a pacientes con depresión se les disminuía la cantidad de triptófano, se producía una recaída de sus síntomas, produciéndose déficit en la actividad serotoninérgica y una disminución en su recaptación (18), pero no se producían efectos inmediatos sobre el humor (19).
Sin embargo, cuando se les administraba de forma intravenosa este aminoácido, se producía una disminución de los síntomas depresivos y una mayor respuesta del cortisol, disminuyendo con ello el nerviosismo y la irritabilidad.
La manipulación de triptófano en la dieta y el agotamiento agudo de triptófano han contribuido a identificar la vulnerabilidad de los pacientes a la depresión u otros síntomas del estado de ánimo relacionados con los sistemas monoaminérgicos disfuncionales: el agotamiento agudo de triptófano modifica fuertemente los niveles plasmáticos de triptófano, disminuyendo la síntesis de 5-HT (serotonina) y el tono del estado de ánimo en sujetos con familiaridad o historial de trastornos afectivos del estado de ánimo, de manera similar a lo que se observa, incluso con efectos opuestos, en la privación/restricción del sueño (20).
Cuando se produce un trastorno depresivo, este va acompañado de una respuesta del sistema inmune inflamatorio (citocinas, interleucinas, etc.) observándose una relación inversamente proporcional entre estos indicadores del sistema inmune y la concentración de triptófano en plasma (21).
Los niveles bajos de triptófano circulante también se han relacionado con el suicidio, ya que varios estudios han demostrado niveles bajos de serotonina en el líquido cefalorraquídeo en pacientes suicidas (22, 23).
Triptófano e Insomnio
Desde hace muchos años se descubrió que el tiempo para conciliar el sueño se puede reducir de forma importante administrando en forma oral triptófano. La reducción en la latencia para dormir es un hecho importante a dosis de un gramo de triptófano.
Nakade et al. (24) informaron la relación entre la ingesta de triptófano y la calidad del sueño (en niños de 2 a 6 años) en una encuesta sobre la composición diaria del desayuno, la exposición a la luz de la mañana y el sueño. Encontraron que la ingesta de triptófano en el desayuno, junto con la exposición a la luz de la mañana, se asoció con una mayor secreción de melatonina y un inicio de sueño más fácil la noche siguiente.
También hay evidencia de que la ingesta de triptófano en la mañana y la exposición a la luz en la noche afectan el sueño siguiente; Wada et al. (25) informaron que los desayunos ricos en triptófano y las fuentes de luz de baja temperatura en la noche aumentaban la concentración de melatonina en saliva en los miembros del club de fútbol de la Universidad.
En un estudio experimental de agotamiento del triptófano en 15 sujetos con insomnio, observaron que el agotamiento de este aminoácido tuvo un impacto negativo en la continuidad del sueño, aumentando el sueño en la etapa 1 y disminuyendo el sueño en la etapa 2 (26).
Se ha observado que en las personas que presentan alteraciones del sueño, al igual que ocurría en pacientes depresivos, existe una disminución de los niveles de triptófano en plasma respecto a personas normales, además de existir también un aumento de IL-6 e IL-8 (21, 27), así como una disminución en la IL-2.
Si se produce una interrupción del sueño de 5 horas durante el periodo nocturno, se elevan los niveles de IL-1 e IL-2, cuando existe ya un exceso de somnolencia, se incrementan también la IL-6 y α-FNT (27), aumentando con ello el número de monocitos, leucocitos y neutrófilos (28).
Triptófano, hormona del crecimiento y prolactina
La deficiencia de vitamina B6 y de triptófano pueden llevarnos a una deficiencia de hormona del crecimiento y posiblemente a una deficiencia de prolactina. Los complementos de triptófano son útiles como tratamiento en ambas deficiencias. El efecto de la liberación de prolactina por el triptófano también puede explicar algunas de sus propiedades antipsicóticas (29, 30).
Triptófano y dolor
Se ha iniciado un nuevo uso de este aminoácido en la reducción de ciertas variedades de dolor tales como, dolor de cabeza, dolor dental, y dolor asociado con el cáncer, incluso podría mejorar el rendimiento y aumentar la tolerancia al dolor durante una actividad física intensa.
La base orgánica, para este efecto, del triptófano sobre el dolor yace en el área del cerebro llamada nucleus raphe magnus, un centro primario inhibidor del dolor. Este núcleo es la estructura serotoninérgica principal del cerebro, y depende de la serotonina y de su precursor el triptófano para su óptimo funcionamiento (31-34).
Triptófano y enfermedad Hartnup