La vitamina B6 y su importancia en la regulación de procesos del sueño

Una dieta rica en vitaminas y micronutrientes es esencial para el funcionamiento óptimo del cuerpo y del cerebro. La vitamina B6 es necesaria para la biosíntesis de varios neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el ácido γ-aminobutírico (GABA).

 

Los niveles bajos de vitamina B6 se han asociado a depresión y también a disfunción del cerebro (por ejemplo, epilepsia), e incluso algunos autores la consideran un agente “anti-estrés” (1-3). Cada vez, más estudios están demostrando una relación entre la deficiencia de la vitamina B6 y trastornos neurológicos como TEA o TDAH (4).

Por ejemplo, concentraciones muy bajas de las vitaminas B2, B6 y B9 se asociaron con el diagnóstico de TDAH, y B2 y B6 también con la gravedad de los síntomas (5).

Otros estudios realizados en niños con TEA destacan los siguientes cambios: la piridoxal quinasa tuvo una actividad muy baja en niños con autismo, así como (2) niveles de piridoxal-5-fosfato (PLP) fueron inusualmente bajos en niños con dicho trastorno.

Por lo tanto, parece que la baja conversión de piridoxal y piridoxina en PLP, produce bajos niveles de PLP, que es el cofactor activo de 113 reacciones enzimáticas conocidas, incluida la formación de muchos neurotransmisores clave (6,7).

En un estudio realizado en 2002, por Ebben et al., incluyeron a 12 participantes que ingirieron cápsulas que contenían un placebo inactivo o 100 mg o 250 mg de clorhidrato de piridoxina, cinco minutos antes de acostarse.

La dosis fue correctamente metabolizada en todos los grupos de estudio, con una duración de cinco días por cada dosis y un período de lavado de 2 días.

Según un análisis que utiliza una medida compuesta en base a calificaciones diarias de la intensidad del sueño, su emotividad y color, mostraron que las puntuaciones de saliencia de sueño (Dream Salience Score) eran 30% más altas para la dosis de B6 de 100 mg y 50% más altas en el caso de la B6 de 250 mg en comparación con placebo. Los autores concluyeron que la suplementación con vitamina B6 antes de acostarse tenía un efecto dosis dependiente de aumentar la latencia del sueño (8).  

Además, Luboshitzky et al. (2002) encontraron que los participantes que recibieron 100 mg de vitamina B6 (clorhidrato de piridoxina) a las 5 pm, estuvieron un 33% más de tiempo en el sueño REM en comparación con los participantes que recibieron placebo, aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa (posiblemente debido al tamaño pequeño de la muestra, N=12) (9).

Un estudio realizado en Australia y publicado en la revista Perceptual and Motor Skills, incluyó a 100 participantes que tomaron vitamina B6 antes de acostarse. El diseño del estudio fue aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo.

Se analizaron los efectos sobre el sueño y los propios sueños, tras ingerir 240 mg de vitamina B6 (clorhidrato de piridoxina) antes de acostarse durante cinco días consecutivos.

Los autores de este estudio encontraron que la vitamina B6 aumentó significativamente la cantidad de contenido de los sueños recordados por los participantes, pero no afectó significativamente a la intensidad del mismo, el color, u otras variables relacionadas con el sueño.

El doctor Aspy y coautores han destacado  el uso potencial de la vitamina B6 en la investigación sobre los sueños lúcidos para superar pesadillas y  tratar fobias (10).

Un reciente estudio-piloto realizado en Polonia, demostró que el tratamiento con complejo de melatonina, vitamina B6 y extractos de California poppy y melisa en pacientes con insomnio leve-moderado durante 2 semanas mejoró la calidad y duración del sueño.

Por ejemplo, la calidad del sueño al final del período de tratamiento aumentó en 1.9 puntos desde el pretratamiento (5.4 puntos) hasta el postratamiento (7.3 puntos).

De manera similar, se observaron mejoras estadísticamente significativas después de la finalización del tratamiento en la latencia de inicio del sueño, la duración total y los parámetros diurnos relacionados con el sueño (p <0.01 para todos los resultados) (11).Sin embargo, no todas las personas responden de la misma manera al tratamiento con vitamina B6.

En un estudio realizado en Japón, los autores intentaron detectar los subgrupos de personas con TEA que mostraban una respuesta específica al tratamiento utilizando variables de fenotipo seleccionadas. Se incluyeron variables estadísticamente significativas para la sensibilidad a la vitamina B6, incluida la combinación de hipersensibilidad al sonido y la torpeza, y el nivel de glutamina en plasma.

Una comparación de los niveles de aminoácidos en plasma entre los posibles afectados y los menos afectados mostró grandes diferencias en los niveles de glutamina (rango de referencia: 420–700 nmol/ml).

Los niveles medios de glutamina medidos antes del tratamiento con vitamina B6 fueron 400.5 nmol/ml (error estándar (SE), 11.9 nmol/ml) en los posibles afectados y 481.4 nmol/ml (SE, 10.4 nmol/ml) en los menos afectados; esta diferencia fue significativa (12).

No está claro por qué los niveles bajos de glutamina en plasma predicen la capacidad de respuesta a la vitamina B6. La glutamina desempeña un papel central en el metabolismo del nitrógeno en muchos sistemas celulares y en el sistema nervioso central. La síntesis de glutamina tiene una función neuroprotectora porque elimina el amoníaco y el glutamato (13).

La vitamina B6 también juega un papel predominante como coenzima para estas sustancias (14),  por lo tanto, puede ser que consumir una dosis alta de vitamina B6 mejore la actividad de las vías metabólicas descritas anteriormente. Por otro lado, la vitamina B6 juega un papel importante como cofactor en el metabolismo de triptófano y en la síntesis de melatonina (15).

 

Conclusión:

Sin duda, la vitamina B6 tiene un papel importante en los procesos de metabolismo y regulación del sueño. Además, esta vitamina está implicada en muchos procesos enzimáticos de nuestro organismo, y los tratamientos con vitamina B6 en niños con trastornos neurodegenerativos pueden mejorar los niveles de serotonina, así como otros neurotransmisores importantes para el funcionamiento equilibrado de nuestro cerebro.

 

Referencias:

  1. Hvas AM, Juul S, Bech P, Nexo E. Vitamin B6 level is associated with symptoms of depression. Psychotherapy and psychosomatics. 2004;73(6):340-3.

  2. Hoffmann GF, Schmitt B, Windfuhr M, Wagner N, Strehl H, Bagci S, et al. Pyridoxal 5′-phosphate may be curative in early-onset epileptic encephalopathy. Journal of inherited metabolic disease. 2007;30(1):96-9.

  3. McCarty MF. High-dose pyridoxine as an ‘anti-stress’ strategy. Medical hypotheses. 2000;54(5):803-7.

  4. Altun H, Sahin N, Belge Kurutas E, Gungor O. Homocysteine, Pyridoxine, Folate and Vitamin B12 Levels in Children with Attention Deficit Hyperactivity Disorder. Psychiatria Danubina. 2018;30(3):310-6.

  5. Landaas ET, Aarsland TI, Ulvik A, Halmoy A, Ueland PM, Haavik J. Vitamin levels in adults with ADHD. BJPsych open. 2016;2(6):377-84.

  6. Adams JB, George F, Audhya T. Abnormally high plasma levels of vitamin B6 in children with autism not taking supplements compared to controls not taking supplements. Journal of alternative and complementary medicine (New York, NY). 2006;12(1):59-63.

  7. Mitchell ES, Conus N, Kaput J. B vitamin polymorphisms and behavior: evidence of associations with neurodevelopment, depression, schizophrenia, bipolar disorder and cognitive decline. Neuroscience and biobehavioral reviews. 2014;47:307-20.

  8. Ebben M, Lequerica A, Spielman A. Effects of pyridoxine on dreaming: a preliminary study. Perceptual and motor skills. 2002;94(1):135-40.

  9. Luboshitzky R, Ophir U, Nave R, Epstein R, Shen-Orr Z, Herer P. The effect of pyridoxine administration on melatonin secretion in normal men. Neuro endocrinology letters. 2002;23(3):213-7.

  10. Aspy DJ, Madden NA, Delfabbro P. Effects of Vitamin B6 (Pyridoxine) and a B Complex Preparation on Dreaming and Sleep. Perceptual and motor skills. 2018;125(3):451-62.

  11. Lemoine P, Bablon JC, Da Silva C. A combination of melatonin, vitamin B6 and medicinal plants in the treatment of mild-to-moderate insomnia: A prospective pilot study. Complementary therapies in medicine. 2019;45:104-8.

  12. Obara T, Ishikuro M, Tamiya G, Ueki M, Yamanaka C, Mizuno S, et al. Potential identification of vitamin B6 responsiveness in autism spectrum disorder utilizing phenotype variables and machine learning methods. Scientific Reports. 2018;8(1):14840.

  13. Haberle J, Gorg B, Toutain A, Rutsch F, Benoist JF, Gelot A, et al. Inborn error of amino acid synthesis: human glutamine synthetase deficiency. Journal of inherited metabolic disease. 2006;29(2-3):352-8.

  14. Sato K. Why is vitamin B6 effective in alleviating the symptoms of autism? Medical hypotheses. 2018;115:103-6.

  15. Kaluzna-Czaplinska J, Jozwik-Pruska J, Chirumbolo S, Bjorklund G. Tryptophan status in autism spectrum disorder and the influence of supplementation on its level. Metabolic brain disease. 2017;32(5):1585-93.