El sueño ejerce un papel fundamental en el desarrollo infantil y, en el caso de niños con Trastornos del Neurodesarrollo (TND), los Trastornos del Sueño (TS) suelen ser más severos por lo que resulta vital establecer un abordaje adecuado.
En pacientes con Trastornos del Espectro Autista (TEA), la prevalencia de los TS varía entre el 50% y el 80% y supone una dificultad más (añadida a las múltiples dificultades que presentan los pacientes) que produce un notable empeoramiento de la calidad de vida familiar al igual que un incremento en la sintomatología autística del niño (1).
Estos pacientes presentan alteraciones enzimáticas que conducen a un déficit en la producción de melatonina nocturna que parece ser uno de los principales factores de riesgo relacionados con el desarrollo de TEA (2). Esto supone:
Un menor tiempo de sueño total.
Mayores dificultades en el inicio del sueño
Más despertares y de forma más precoz.
Las recomendaciones generales comprenden el uso de terapia no farmacológica, consistente en una adecuada higiene del sueño mediante la elaboración de una agenda, así como terapia conductual personalizada combinada con la administración de melatonina exógena.
El efecto terapéutico de la melatonina reside en su capacidad antioxidante, antiinflamatoria, y en el efecto modulador del sistema inmune y estimulante del sistema GABAérgico, mejorando el desequilibrio entre el sistema nervioso excitador y el sistema nervioso inhibidor característico de los TEA.
Conclusión
En los niños con Trastorno de Espectro Autista (TEA) tenemos suficiente evidencia científica para poder afirmar que cuando está bien indicada, tanto en dosis como en el momento del día en que se administra, la melatonina es segura y eficaz. Ahora bien, la melatonina no puede ni debe ser el único tratamiento, siempre debe ir acompañada de mejora de la higiene de sueño y de acciones que disminuyan la ansiedad frente al sueño y que cuiden la exposición a la luz y la actividad física. Eso mejora el tiempo que tardan en iniciar el sueño, disminuye la duración de los despertares nocturnos y mejora la actividad del día. En cuanto a seguridad los estudios indican que es segura en varios años. Lo correcto es suministrar la melatonina siempre bajo consejo médico.